
Tukzon, de Giovanna Rivero: escribir desde el borde
Una escritora latinoamericana acepta una misión: viajar a Arizona y escribir un reportaje sobre coyotes para una revista llamada Mother Fucker. No se trata de animales, sino de traficantes de personas. El encargo parece claro, casi periodístico, pero desde el primer párrafo sabemos que lo que se va a narrar no es un reportaje. Es una confesión, un colapso, una fuga. Instalada en Pequeña Roca, una ciudad fronteriza, la protagonista espera instrucciones de una figura extraña llamada Ariadna Nemsis. Los correos llegan con fechas imposibles —año 900, año 3021— y desde lugares que no existen. El trabajo periodístico no avanza. En cambio, empieza a desplegarse otra cosa: la historia de