En el Lost ´n´ Found es la nueva obra de Santiago Vaquera Vásquez. SED, la nueva rama editorial de Suburbano Ediciones nos deleita con la publicación del libro de Vaquera Vásquez. Ya este ha sido catalogado como un libro de cuentos; sin embargo, yo percibo En el Lost ´n´ Found una novela. Mas aún, es una novela posmoderna. Con esta obra, Vaquera Vásquez se une al grupo de autores latinoamericanos que presenta un texto lleno de historias fragmentadas; historias que pueden leerse de corrido o dando saltos; textos que pueden leerse en orden o desorganizadamente, desde el principio o en retroceso. Al final el lector tiene que unir las piezas y construir el mundo y el tiempo donde los personajes se desenvuelven.
La narración fragmentada que prevalece en esta novela la hace insertarse dentro de la tradición literaria latinoamericana de finales del siglo XX y principios del XXI; no obstante, es además una de las banderas que se izan frente a la realidad del latino –en este caso específico del chicano– en Estados Unidos, la cual se plasma en la literatura. Los personajes de En el Lost ´n´ Found permanecen en un constante viaje. “A veces, cuando estoy de viaje, de repente no sé dónde he llegado” (85), le dice Andrea a Daniel cuando se encuentran de casualidad en un aeropuerto. Las vidas de las personas de estas historias se cruzan varias veces y además cruzan, literalmente, la frontera entre México y Estados Unidos. El viaje, en efecto, se convierte en un modo de vida. Algunos personajes van a visitar a sus familiares, otros van en busca de memorias de la niñez, otros van a reencontrarse con su propio ser, quizás buscando su propia identidad. “Es una pinche lata. La neta. Buscar un aquímequedo” (149). Algunos encuentran su lugar, su sitio. Otros, como Andrea, encuentran en el viaje su propio hogar.
La cuestión de la formación de identidad dentro de circunstancias fragmentadas es muy discutida en el campo de la Latino Literature. Las bases sobre las cuales se forja la identidad son la clave para entender (o tratar de entender) cómo se da este proceso. Uniendo el concepto del viaje a este punto, observemos la siguiente conversación encontrada en el capítulo “Lonely Planet:”
“¿Cómo puede una peruana viajar tanto? Le pregunté una vez mientras bebíamos micheladas en El Alamillo.
Residencia española, obvio. Y tú, ¿cuál es your excuse Mr. Chicano?
Hecho en México, born in the USA, chica.” (107)
¿Una persona se hace en un sitio mientras nace y crece en otro? ¿Son el territorio y la frontera conceptos efímeros o perpetuos? ¿Es el arraigo un sinónimo o un elemento de la estructura de la identidad? Estas son algunas de las preguntas que pueden surgir al leer frases como la citada arriba. En cuanto a la frontera, el ir y venir es una característica que define a los personajes chicanos de esta novela. El cruzar, vivir y/o provenir de la frontera resalta en la narración. Elena, por ejemplo, es una “Border girl, de Tijuana” (79). Así la define el narrador, quien a su vez proviene de “familias mexicanas de California” (78). Llega un momento, inclusive, en el que la frontera corre como la sangre: “¿Conoces la frontera? Checa. Checa esto. Aquí la tengo tatuada en el brazo. Es la línea que siempre llevo conmigo. La frontera, eso” (153). De este modo sigue vigente la idea de vivir en la frontera sin estar físicamente en ella, la cual en 1987 Gloria Anzaldúa discutió ampliamente en su libro Borderlands/La Frontera: The New Mestiza.
No obstante, aunque Vaquera Vásquez demuestra en los capítulos –o historias– de la novela el carácter fragmentado que surge de la propia identidad chicana, esto no es la única característica posmodernista de su libro. En En el Lost ´n´ Found se identifican elementos de la cultura pop, se hace mención de personas famosas reales; los personajes entran en contacto con la realidad del lector.
Asimismo en esta novela se escucha un playlist. Hay un DJ que acompaña al lector y le da el ambiente que necesita para transportarse a las diversas escenas. El lector, conocerá al menos una –o muchas– de las canciones y bandas que se mencionan. En mi caso, Café Tacuba me tocó la memoria. El lector puede conectarse con los personajes a través de las canciones que ellos escuchan. Inclusive, puede poner la música y seguir leyendo, compartiendo con los personajes la vida misma.
Por otro lado, En el Lost ´n´ Found es una obra donde se oyen múltiples voces. No hay un solo narrador, sino muchos que llevan a la audiencia de un sitio a otro, de un tiempo a otro. Por las conversaciones y monólogos los lectores pueden entender la conexión entre personajes y entre el pasado y el presente de dichos personajes. Todas las voces de la novela, de algún u otro modo, tienden a conversar acerca del amor. En el Lost ´n´ Found es una historia de amor, o desamor, o mejor dicho, un compendio de historias de desamores. “Es una pinche lata. La neta. Buscar un aquímequedo” (149); ese aquímequedo es un lugar que además se extiende hacia una persona. El lugar se hace permanente cuando hay alguien con quien compartirlo.
Santiago Vaquera Vásquez se ha convertido en uno de los autores que seguiré de cerca porque su narrativa está muy lejos de ser simple. Como él mismo lo menciona “cruzamos fronteras, pero aquí seguimos speaking in Spanish e inglés, speaking Spanglish para demostrar que la vida en los USA es bilingual y que también podemos aportar a la experiencia latinoamericana” (251). Los invito a cruzar con él y a recrearse con En el Lost ´n´ Found.
Naida Saavedra (Venezuela) obtuvo con Vos no viste que no lloré por vos el premio Historias de Barrio Adentro 2009 de la editorial El Perro y la Rana. Su cuento “Vestier” ganó el premio Victoria Urbano de Narrativa 2010 de la Asociación Internacional de Literatura Femenina Hispánica. En 2013 fueron publicados Hábitat, Última inocencia y En esta tierra maldita y en 2015 su primer libro de cuentos, Vestier y otras miserias. Saavedra posee un Ph.D. en Literatura Latinoamericana de la Florida State University y sus investigaciones abordan la literatura caribeña contemporánea y la Latin@ Literature, centrándose en los temas del desarraigo y la posmodernidad. Actualmente reside en Estados Unidos, donde es investigadora y docente de la Worcester State University.
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