
Respirar para no olvidar
Una madre recién parida le escribe a su hija de dos meses. La escena ocurre en Brooklyn, en 2018, pero los hilos que se activan vienen desde Galicia, desde Rosario, desde los conventillos y las cartas dictadas en voz alta porque nadie sabía escribir. Así empieza O ar, un libro que no se presenta como tal, sino como una carta. Pero esta carta es también una historia familiar, una memoria del cuerpo y una forma de duelo. La escritura de Mariana Graciano no narra, sopla, invoca, borda. Todo lo que parece anecdótico se vuelve resonante. La migración, la maternidad, el amor, el exilio, el cáncer, las siestas con el