
¿Por qué grita la gente? Uno nunca lo sabe.
Hay libros que no se leen: se viven. Se atraviesan como una memoria prestada. Con el corazón apretado, a veces con ternura, otras con rabia o estupor. Eso pasa con Uno nunca sabe por qué grita la gente, de Mario Michelena. Un volumen que no se conforma con contar buenas historias, sino que nos empuja a mirar a través de las fisuras —familiares, políticas, afectivas— por donde se cuela la verdad humana. Dividido en cuatro relatos de largo aliento, este libro es una constelación de escenas íntimas y conmocionantes. No hay pirotecnia, pero sí profundidad. No hay solemnidad, pero sí lucidez. Michelena escribe con un oído quirúrgico para el habla