
Mi bien esquivo: la memoria como territorio de deseo y pérdida
La narradora Ana Luengo nos ofrece en Mi bien esquivo un relato donde la memoria funciona como un territorio inestable en el que conviven deseo, dolor y aprendizaje. El libro es una búsqueda, pero también un testimonio de lo que significa crecer bajo la presión de expectativas ajenas y descubrir un deseo propio que no siempre encuentra cauce ni palabras para nombrarse. Una educación sentimental fragmentada La historia se articula en fragmentos, como si fueran fotografías desperdigadas en una mesa. La infancia aparece marcada por el mandato de la obediencia, esa docilidad femenina que el entorno premia como virtud. Sin embargo, la narradora desenmascara pronto el costo de esa enseñanza:
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